Puesta en valor de espacios deportivos de primera calidad

Este proyecto surge del abandono de algunas instalaciones deportivas del Polideportivo Fernando Ruiz Hierro, ante lo cual se plantea un proyecto de rehabilitación con el cual poner en valor estos espacios y contribuir a la mejora global de todo el complejo. De este modo, el proyecto engloba una antigua piscina al aire libre, un campo de fútbol de tierra, las pistas de padel existentes, así como los terrenos aledaños.

Esta actuación tan global ha permitido afrontar este recinto como un gran espacio deportivo al servicio ciudadano, prueba de ello es que se ha ampliado la oferta existente mediante la incorporación de dos pistas de petanca y un circuito biosaludable.

Como emblema de la actuación se sitúa el área de la piscina, en la cual se decidió aprovechar el graderío existente, pero renovando por completo las estancias situadas bajo la misma. En este espacio se generaron dos nuevos vestuarios bien equipados, junto a los núcleos de aseos y un espacio polivalente de servicio.

La rehabilitación de este elemento ha permitido actualizar su imagen y que el edificio resultante cuente con un mayor atractivo y cercanía a los visitantes. Un reclamo sutil que aspira a convertirse en una sincera invitación para que los usuarios recuperen este espacio, durante tantos años olvidado.

El uso de contrastes cromáticos, la limpieza de espacios y unos accesos fácilmente localizables contribuyen al citado objetivo. Sin embargo, esta atracción no sólo responde a los nuevos servicios ofertados, sino que se ha logrado generar una pista de tenis central con la cual completar la oferta tenística del polideportivo, ofreciendo un gran escenario en el cual poder organizar torneos o partidos importantes bajo la atenta mirada de las más de 300 personas que puede acoger el graderío. Un nuevo hito deportivo dentro de esta gran instalación.

Con respecto al campo de fútbol, surgió la necesidad de renovar su superficie, ante los desperfectos causados en la tierra por el agua y la exposición durante años a la intemperie. Por ello, se valoró como alternativa más interesante recurrir al césped artificial debido a su perfecta terminación y su reducido mantenimiento. Un nuevo salto de calidad dentro de unas instalaciones amplias pero algo antiguas.

El mismo tratamiento recibieron las pistas de padel del complejo, que fruto del éxito de su implantación y el paso del tiempo, habían sufrido grandes desperfectos en el césped, el cual fue completamente renovado para permitir a los jugadores disfrutar de su deporte favorito en condiciones de confort y seguridad.

De este modo, un polideportivo de tanta importancia y superficie, ha sido reinventado para lograr espacios más actuales, accesibles y cercanos. Un nuevo entorno donde permitir a los ciudadanos disfrutar del deporte y de los beneficios derivados de este.