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Corporativa, 2.013
Trabajo en equipo
El proyecto de reforma del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga (CAF) es el resultado de un trabajo puramente colaborativo, en el cual confluían las ideas de tres estudios profesionales independientes en consonancia con la propia junta directiva del Colegio, como agente implicado en la emisión de necesidades y la gestión de soluciones.
A priori, aunar los esfuerzos de tres equipos desconocidos puede resultar algo arriesgado y caótico, sin embargo, desde GANA Arquitectura nos gustaría reconocer el mérito por parte de todo el equipo y agradecer especialmente al CAF, La Fabbrica y Pablo Cascallana Interiorismo, por hacer tan fácil un encargo tan complejo.
Colaborar con un cliente tan decidido, consciente de lo que quiere hacer, sólo es posible desde el respeto interprofesional y una coordinación muy flexible pero atenta. Este proceso se orquestó con suma naturalidad y para todos aquellos que visiten hoy día el CAF, entenderán que sus instalaciones han sido espectadoras de excepción en esta transformación radical, donde la luz y la apertura de espacios reflejan un sentimiento transmitido por el nuevo CAF en todas sus manifestaciones públicas, fruto del deseo por parte del nuevo órgano ejecutivo de generar una imagen más actual y cercana con el ciudadano.
El Colegio existente presentaba una estética muy solemne y recargada, adoleciendo de una carencia evidente: luz y ventilación natural. En ese sentido uno de los principales movimientos de la reforma consistía en el aprovechamiento de la fachada para asociar los huecos a estancias principales y garantizar con ello un hilo conductor en toda la intervención. Empezando por la recepción, donde se amplió la estancia hasta alcanzar la fachada exterior y habilitar dos grandes ventanas, y terminando con la sala de reuniones que se incorporó al despacho de Presidencia creando un macro espacio versátil de trabajo bien iluminado y ventilado.
El resto de la intervención recoge un intento claro por limpiar las líneas interiores de las estancias eliminando ornamentos innecesarios y optimizando el volumen útil de la oficina. De este modo se se renueva por completo el salón de actos, la sala de espera, la sala de espera intermedia, el archivo y los núcleos de aseos, mejorando su presencia mediante una solería neutra pero cálida y un patrón de colores acorde a tal decisión, así como adaptándolos en materia de accesibilidad para garantizar la igualdad en sus instalaciones. Como complemento se incorporan al uso cotidiano estancias como el office, tan necesario como funcional, así como una modificación completa de la fachada, logrando una imagen corporativa coherente y atractiva tanto interior como exteriormente.
Por último, se aprovecha la actuación para sustituir los sistemas de climatización existentes y favorecer con ello su integración urbana y su eficiencia, logrando una Certificación Energética de clase C.
Por todo esto, y a juzgar por las imágenes, se puede concluir que se trata de una renovación muy interesante y lograda en la cual, el principal mérito recae sobre el conjunto y las sinergias generadas entre sus diferentes integrantes, en un claro ejercicio de humanización de espacios y acercamiento tanto al usuario como al visitante. En definitiva, potenciar la experiencia sensorial de los usuarios de un espacio tan burocrático y peculiar, donde la ocupación puede resultar casi nula y en escasos minutos acoger a varias decenas de personas.
Arquitectos
Antonio José Galisteo Espartero
Álvaro Fernández Navarro
Colaboradores
La Fabbrica
Pablo Cascallana
Interiorismo
Promotor
CAF Málaga
Superficie
342,50 m²
Fotografía
Blanca Green