Trabajar en primera línea de playa supone indudablemente un reto, a la par que un enorme privilegio, ante el enorme protagonismo que cobran las vistas y el entorno inmediato de cara a generar espacios interiores permeables y volcados hacia el exterior. Por ello, uno de los principales objetivos del diseño pasaba por sacar el máximo provecho posible de la luz, especialmente tratándose de un municipio como Fuengirola, en pleno corazón de la Costa del Sol.

En este sentido, el apartamento original presentaba un estado muy deteriorado, con una excesiva compartimentación y la consiguiente oscuridad derivada de una distribución tan compleja, pese a su privilegiada ubicación. De este modo, desde los primeros bocetos se optó por comunicar los diferentes espacios, optimizándolos con el fin de mantener dos dormitorios y dos baños, sin por ello renunciar a la terraza, y garantizando que la luz penetrase hasta el último rincón de la vivienda. Este objetivo lleva inevitablemente aparejada la instalación de ventanas de calidad, cuyas carpinterías permitan un aislamiento apropiado en las estaciones más agresivas y su consiguiente ahorro energético.

Todo esto, unido al empleo de materiales cálidos y de color claro, dan como resultado un espacio elegante, funcional y muy luminoso, donde garantizar la privacidad de sus ocupantes. Así, el citado apartamento se estructura en torno a la terraza como principal fuente de recursos, mientras el dormitorio principal en suite, el baño común y el dormitorio de invitados, se nutren de las ventanas laterales, fomentando a su vez la ventilación cruzada.

En general, una renovación necesaria y bien estudiada, con la cual aumentar el valor de un inmueble en decadencia, fomentando sus principales virtudes y corrigiendo sus defectos más preocupantes, en base a los requisitos establecidos por los clientes.

Un diseño práctico y sencillo, destinado al disfrute de las vistas derivadas de una ubicación y orientación inmejorables.